Es muy común escuchar la queja de “Por más que lo intento, no consigo trabajo”, “fui a un montón de entrevistas y no quedo” o “ no me llaman para ninguna entrevista”.
Un desempleado es aquel sujeto que forma parte de la población activa (se encuentra en edad de trabajar) y que busca empleo sin conseguirlo.
Cuando sucede esto, podemos atribuir dicha situación a diferentes factores: sociales y personales.
Tener en cuenta la situación del país, sobretodo de nuestro país, no alcanza. Siempre hay algo que nosotros podemos hacer para salir adelante. Hasta en el año 2001 donde parecía que estaba todo perdido, apareció el trueque y la cosa siguió adelante.
Cuando pasa siempre lo mismo, cuando buscamos una y otra vez, sin conseguir lo que esperamos, es ahí donde debemos detenernos y pensar. Y es ahí es donde empieza nuestra responsabilidad.
¿Qué es la responsabilidad? Hacernos cargo de lo que nos pasa. ¿ qué tiene que ver uno mismo en lo que le pasa? Es la gran pregunta que hacía Freud a sus pacientes, y que hoy en día nos sigue sirviendo para avanzar en nuestra vida.
Uno de los principales motivos por los cuales una persona no consigue trabajo, es ella misma. ¿Parece obvio no? Pero no todo el mundo puede verlo cuando surge este problema.
Podemos pensar: ¿cuanto tiempo le dedicás a la búsqueda laboral? ¿La tomás como a un trabajo? ¿Hacés un filtro muy minucioso a la hora de buscar empleo? ¿Pensás que no coincidís con ningún perfil de búsqueda?
Muchas veces lo que hay por debajo de una búsqueda laboral sin resultados positivos, es una mala búsqueda, una muy baja autoestima de la persona en cuestión, a veces aspectos depresivos en juego, como el desgano y el no esfuerzo. Todo esto puede revertirse.
Es importante detectar esto y hacerse cargo de la vida de uno.
Y si hay muchos aspectos tuyos que no te gustan, es momento de dedicarle tiempo para mejorar. Por ejemplo: mejorar tu apariencia física, mejorar tu nivel de computación, mejorar tu nivel de inglés. Mejorar tu calidad de vida, si estás pensando en un trabajo que requiera esfuerzo físico, como los trabajos rurales o la vida de los viajantes. Cuidar tu salud. Siempre hay cosas para hacer.
Siempre podés pedir ayuda. Desde ayuda profesional. Hasta ayuda a tus amigos o conocidos para que te hagan el contacto con una persona que te de trabajo.
Lo importante es aprender a observar la propia conducta y hacerse cargo de lo que a uno le pasa para salir adelante.
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