miércoles, 20 de octubre de 2010

Amor y enamoramiento son conceptos diferentes


Hay dos sensaciones que son difíciles de diferenciar a simple vista: Amor y enamoramiento.

Amar es un sentimiento profundo.
Estar enamorado (enamoramiento) es una pasión. Las pasiones son emociones desenfrenadas, absorbentes. El estado de enamoramiento, mágico por un lado, pero de descentramiento de la persona, lleva a una dependencia del otro. Nos lleva a centrar nuestra vida alrededor de la otra persona, a sacar la atención de nuestras actividades. Consume nuestra energía física y sobretodo psíquica. Es un estado maravilloso, por cierto, donde nuestras sensaciones se exaltan y todo es hermoso. Lamentable y afortunadamente a la vez, dura poco tiempo.
Pretender y apuntar a que en nuestra vida nos pase siempre esto es un objetivo imposible de cumplir.

Lograr el paso del enamoramiento al amor, nos permite encontrar un vínculo estable y real con el otro.
El enamoramiento tiene que ver con la proyección de nuestro mundo interno. Se relaciona con nuestros anhelos, con nuestras creencias, con lo que necesitamos ver en la otra persona. Con lo que necesitamos sentir, por la otra persona. Se trata de una idealización. El enamoramiento hace que ubiquemos en el lugar del ideal al otro. Etapa mágica y necesaria para formar un vínculo. Para que luego cuando haya una base más sólida, poder soportar las diferencias.

Tomar distancia e intentar dentro de lo posible, ver objetivamente las cosas nos permitiría no desilusionarnos tanto en el futuro. “Tanto”, porque nunca podemos ser del todo objetivos… la realidad siempre la observamos a través de nuestra fantasía.
Tomarse el tiempo para amar y construir un vínculo

El amor se construye con el tiempo, cuando uno conoce realmente a la otra persona.
Amar es un sentimiento profundo, enriquecedor.
El amor se sustenta en un vínculo maduro, en aceptar al otro tal cual es, con sus defectos y sus virtudes. Soportar y aprender de las diferencias.
El amor lleva tiempo. No es un sentimiento fácil para nadie.
Cuanto más conozcamos algo, más grande será el amor.
Tener en claro esta diferencia nos permite ver que quizás a veces creemos que sentimos amor… cuando en realidad es  pasión, y un juego.. de nuestra fantasía.

Es interesante proponerse como meta, intentar conocer al otro. Tomarse el tiempo para esto.
Procurar ver a las personas tal cual son, sin decorar la realidad.

"Hay cosas que ves venir, no es que te enamores porque te enamoras, te enamoras porque en ese periodo tenias una desesperada necesidad de enamorarte.” (Humberto Eco, El péndulo de Foucault)

miércoles, 8 de septiembre de 2010

¿Qué es un ataque de pánico?




Lamentablemente es muy frecuente encontrar en la clínica personas que han padecido en el último tiempo algún síntoma de ansiedad.

El mayor exponente es el ataque de pánico.

El ataque de pánico se caracteriza por la aparición súbita síntomas de miedo, terror, acompañados habitualmente de sensación de muerte inminente.

La crisis suele estar acompañada de síntomas como:

las palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca, sudoración, temblores, sensación de ahogo, opresión en el pecho.

Pueden aparecer también náuseas, sensación de inestabilidad, mareos, hormigueos, escalofríos o por el contrario, sofocaciones.

En casos graves, se puede dar la desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo).


Lo que aparece comúnmente es el miedo a perder el control o volverse loco y miedo a morir.


Hay personas que padecen algunos de estos síntomas sin llegar al cuadro completo, pero sin por eso ser menos molesto.

En la clínica encontramos casos graves y algunos más leves.

Son síntomas de ansiedad que se desencadenan por múltiples y variados motivos, como estrés laboral, problemas familiares o de pareja, crisis personales. Es algo absolutamente singular.

En estos casos de ansiedad es importante la consulta profesional, para ayudar a la persona a indagar acerca de lo que le pasa.

En los casos de ataques de pánico es necesario el complemento de la medicación con la psicoterapia.

Los ataques de pánico inhabilitan a la persona a continuar con su vida con normalidad si no son tratados.

La psicoterapia brinda la posibilidad de pasar del registro corporal al plano del pensamiento y del lenguaje. Entender por qué surge en ese momento esas sensaciones, qué están indicando. Ir más allá de pensar esto como un estado de nervios esperable por la tensión del estrés. Entender que algo en ese momento para el sujeto, dicho estado quiere decir.

Es la apuesta de la psicoterapia psicoanalítica por excelencia, a diferencia de otras disciplinas.

jueves, 15 de abril de 2010

La elección vocacional ocupacional


La elección de una ocupación no es porque sí. Tiene que ver con algo que nos hace “ruido”, que nos motiva, que se enlaza con la historia de cada uno de múltiples maneras. Es un acto que está psíquicamente determinado.
Para poder elegir, es necesario llegar a un acto de libertad. Que no es fácil de alcanzar. A veces quedamos atrapados por mandatos familiares difíciles de sortear. Por ideas socialmente sostenidas. Y es así como nos vamos aplacando y alienándonos a la lógica de otros, a lo anteriormente escuchado.

A veces no podemos elegir por miedo al fracaso.
A veces no podemos elegir porque nos dejamos llevar por otros.
A veces no podemos elegir porque tenemos un camino fácil ya armado.
A veces no podemos elegir porque hoy en día nos conviene hacer tal cosa.

Por eso…
Elegir es un acto creativo. Implica dar lugar a lo propio. Al deseo. A la motivación.

La orientación vocacional es un proceso. No tiene que ver únicamente con la aplicación de un mero test.

Para poder elegir, hay que informarse, y reveer las cosas que tenemos por conocidas. Los prejuicios, los mandatos. Y buscar, moverse hacia lo nuevo. Recolectar nueva información.
Implica todo un proceso de conocimiento de uno mismo y de lo que nos rodea.

Lo vocacional a veces surge fácilmente y a veces hay que construir el camino para llegar a ese lugar mágico donde se está en sintonía con uno mismo al elegir y poder disfrutar de su vocación.