Extracto:
El comienzo del año generalmente provoca la necesidad de reflexionar y de realizar un balance interno sobre lo que sucedió en los últimos 12 meses para planear nuevas metas para lo que se viene. Bajar de peso, comenzar a estudiar, viajar más, dejar de fumar, cambiar de trabajo, formar una pareja, tener un hijo o mudarse son algunos de los proyectos que arman las personas al inicio de un año. Sin embargo, muchas veces esos sueños no se pueden llevar a la práctica.
“Para poder concretar un proyecto es importante que la persona ante todo se sienta responsable del mismo. Es decir, que todo lo que ocurra depende de sí misma, tanto el éxito como el fracaso. En segundo lugar, es importante que el proyecto sea lo más concreto posible y realista. Si no, puede ocurrir que el objetivo sea pensado de una manera muy abstracta y hacer que la persona tenga la sensación de que nunca lo cumple. Siempre es útil hacer un plan a corto plazo, que se incluya en un plan a más largo plazo”,sostiene Mariana Gilbert, licenciada en Psicología de la UBA, especializada en clínica de adultos en el Servicio de Salud Mental del Hospital Penna.